Este es un residuo que por sus características y su estructura no se puede reciclar directamente, pero que si se encuentra en condiciones óptimas se puede reutilizar.
Intente reutilizarlo, y si no se puede procure separar en la medida de lo posible los componentes reciclables y gestionarlos por separado antes de depositarlo en el contenedor de resto.
La mala gestión de los residuos urbanos es una de las causas del cambio climático, contaminación de mares, ríos y acuíferos, desertización y otros problemas medioambientales.
Actualmente se eliminan gran cantidad de residuos que se pueden reciclar o reutilizar. Como ejemplos y según datos del año 2013:
- El 40% de los residuos que acaban en el vertedero son residuos alimenticios y de cocina.
- El 15% de los residuos que terminan en el vertedero son papel y cartón.
- El 12% de los residuos que acaban en el vertedero son envases ligeros.
Reducir el porcentaje de residuos que se desechan al contenedor de resto y aumentar los que sí se reutilizan o reciclan es reducir el impacto ambiental y mejorar el mundo actual y el que dejaremos a las futuras generaciones.